El difícil momento de la industria corrugadora argentina

19.06.14Son varios años ya de una difícil convivencia entre varios sectores de la industria argentina en general con el sistema político y la industria corrugadora no escapa de esta realidad. No pareciera todo mal, según datos del Banco Mundial, que muestran que el país ha crecido sostenidamente durante la última década y ha invertido fuertemente en salud y educación, áreas en las que se destina el 8% y el 6% del PIB respectivamente.

superPero, precisa en un informe, en los últimos meses, el sector externo de la economía enfrenta importantes desafíos. En 2013, Argentina tuvo un déficit primario del 0,9% del PIB  y un déficit global del 2,5% del PIB. Los ingresos aumentaron un 30,4% (interanual) y el gasto un 29,1% (interanual).  Según nuevas estimaciones, el PBI para 2013 fue de 3% (base año 2004) y las previsiones sobre la tasa de crecimiento para el 2014 van desde el 0,9% al 2,5%.

Llevado más a la práctica, son ya más que meses, algunos años, en que una inestabilidad económica  con alta inflación (y poca transparencia en las cifras oficiales, acusan detractores del Kirchnerismo) golpea  a parte de la industria. Mal escenario para la inversión, dificultada aún más por la escasez de divisas y su errático intento de control, acusan otros, hacen un panorama a lo menos, difícil, también para los corrugadores.

Según datos de RISI, en la Convención de  AICC México del mes pasado en Guadalajara, Argentina es el único país latinoamericano en que la demanda está muy rezagada con respecto al crecimiento del PIB. Mientras para 2013-2015 la proyección del PIB es algo menor del 3%, la demanda de corrugado y empaque de papel no pasaría el 2,5%, mientras que la producción interna caería  a menos de 1%.

En una revisión del mercado local  de 21 de mayo, la compañía de análisis Kantar Worldpanel reporta que  el consumo cae en el primer trimestre del año y los incrementos de precio se aceleran, llegando al +41% en promedio de variación interanual en Marzo. Por otro lado,  la canasta se contrae un -3% con respecto al Q1 del año pasado, siendo la caída más grande de los últimos 10 años. Detalla que en el 75% de los hogares se consumió menos (todos menos el NSE Alto y Medio) y que el Cuidado Personal, Cuidado del Hogar y Lácteos son las categorías más afectadas.

Siendo el consumo general de productos, en estrecha asociación  al PIB, el motor principal de la demanda de embalaje y el movimiento de la industria corrugadora, no es difícil entender lo compleja de la situación.

Para Mariano Saludjian, Director Ejecutivo de la Cámara Argentina de Fabricantes de Cartón Corrugado, «…la situación viene un tanto en caída. Empezamos el año con un bajo impulso y en estos meses (abril y mayo) ha continuando por una pendiente». ¿Cuánto y en qué porcentaje?  Saludjian dice que todavía es difícil estimarlo. «Pero probablemente terminemos el año con una caída del PIB de entre un 1 y 1,5%».

Agrega: «Nuestro sector generalmente ha podido superar o atravesar distintas crisis por su característica diversificación, ya que cuando un sector industrial anda con cierta baja, otro recupera impulso. En mayo  se ha visto una generalización de esta situación, donde salvo el sector alimenticio (que por lo menos no decrece), los demás han tenido diversas caídas. Y tanto la actividad como el consumo de los particulares se comienza a ver afectado».

Cierra Mariano diciendo: «Para el segundo semestre no está claro el panorama, pero probablemente continuemos en un sendero de estancamiento, acompañado de niveles de inflación todavía altos».

Para Carlos Mancuso, gerente y propietario de GOC Srl, una conocida compañía argentina proveedora de equipamiento corrugador, el análisis anterior es válido, incluso para toda la industria: «No veo porqué se  refiere sólo a la industria corrugadora, si puedes aplicarlo a todas las actividades».  Y agrega: «El problema más grave es que se han metido sin necesidad en todo este problema y no tienen ni idea de cómo salir, si no es contradiciendo su discurso de más de 10 años…»

En una reciente entrevista concedida  al informativo de la Asociación de Fabricantes de Celulosa y Papel Argentina (ATCP), Guillermo Schcolnick, uno de los principales accionistas de Celulosa San Pedro, comentó así: «La situación del mercado del papel para corrugar responde a la actividad económica actual. Estimamos que la caída es del 10% en promedio, para el primer cuatrimestre. Esto se ve incrementado por la baja de los stocks de nuestros clientes, que se traduce en un doble efecto de reducción de la demanda, lo que se potencia por la suba de las tasas de interés para financiar capital de trabajo y ciertas dificultades en la cadena de cobranzas».

Respecto de posibilidades de recuperación, Schcolnick puntualizó que preveía una especie de  efecto serrucho, en que alternen etapas cortas de mayor actividad seguidas de otras de baja demanda. «En síntesis, no vemos cambios significativos para los próximos seis meses, obviamente siempre y cuando se mantengan las condiciones político-económicas  actuales».

Esperemos que la reciente resolución judicial del tribunal supremo norteamericano, que favoreció a los tenedores de los «fondos buitre» y sus demandas, no llegue a asestarle un mazazo más a esta ya golpeada industria.

Humberto Torrejón

Director-Editor

MundoPapelero

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